martes, 4 de septiembre de 2007

No eran para mi...


En nuestra relación nunca hubo límites, jamas me reclamo el hecho de yo tuviera varias amantes, me sentía bien al saber que ella me era fiel mientras yo jugaba con el cuerpo de otras niñas fingiendo amarlas. Si soy sincero empecé esta relación al igual que las demás, sin interés de su amor, solo me importaba su cuerpo y el placer que ella podría brindarme en mis noches de ermitaño, pero la comprension y el amor que me daba la diferenciaba de las demás, lastima que muy tarde entendí lo que significaba tenerla y quise enmendar los errores cuando ya todo estaba perdido... Extraño nuestras noches de sexo sin restricciones, echo de menos sus caderas a media luz, sus labios, los besos delicados y apasionados que me regalaba, sus ojos en la oscuridad que me brindaban seguridad y me recuerdan lo mucho que decía amarme... Llegar a casa después de media noche y ser recibido con tales atenciones. Digamos que eso me mantuvo a su lado, su serenidad ante las circunstancias, lo bien que tomaba los problemas y su forma única de buscarles solución así tuviera que sacrificarse y llorar a mares en soledad para que yo no viera ninguna de sus lágrimas, pero yo sabia identificar el papel higiénico de las servilletas húmedas y sucias de maquillaje... Lucia, mi amante, una mujer hermosa de una picardía impresionante; junto a ella noches de morbo y placer a flor de piel, su cuerpo y el mio caían al unisono en una contracción de orgasmo, el tiempo que pasaba a su lado era indescriptible, me olvidaba de mi trabajo, de mis deberes, de mi novia, de las servilletas húmedas en el baño y de las promesas que nunca cumplía; ella no demostró amarme, pero había algo que me mantenía a su lado "mi ego" y el saber que la tenia cerca, vivía en el piso de abajo de mi departamento y era la mejor amiga de mi novia, ambas sabían que me compartian, pero había algo que yo no sabia, hasta que un día las encontré desnudas en la misma cama donde mis fantasía se volvían realidad, amándose como dos ninfas de mar, era su momento, un instante mágico, cerré la puerta con cuidado para no interrumpirlas y me tomé un wisky escoces, mientras les dejaba una nota de despedida y calculaba el tiempo para recoger mis cosas y marcharme lejos, evitando molestar a los dos mujeres que durante años me hicieron el hombre mas feliz del mundo y me demostraron en poco tiempo que mi "sexo" nunca significo nada para ellas y sus lágrimas no eran por mi...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta muy interesante el escrito.. cosas que pasan... aunque tal vez no a todos. Me gusto =)

Anónimo dijo...

UFF QUE CAGADA ESE TIPO ESTA MAL, ME GUSTO, SUERTE

Psileonardo dijo...

Me excité!! jajajaj

Carolina Dz dijo...

Gracias Bath :) a mi tambien me gusta como escribes...

Anonimo, :) y ellas como estan?

Leo, en serio te excitaste?? :) si es asi logre uno de mis objetivos...

Psileonardo dijo...

Sep... buehh si una erección es señal de ello entonces... seeh jjajajaj xD!