
Una lágrima de cristal rodó por su mejilla, mientras unas manos gruesas y asperas recorrían sus pequeñas e infantiles piernas, no supo cuando la desgracia se convirtió en pesadilla para luego transformar su vida en un recuerdo incesante que aturdía su camino; Mercedes solo quería cerrar los ojos y olvidar la presión ejercida contra su vientre, creía que pensar en el infinito la ayudaría a no sentir el dolor desgarrador que agonizaba en sus labios, sabia que nadie la oiría gritar, pues, nunca tuvo voz para decir lo que hacia papá.
Un temor frió congelaba sus manos, era presa de un deseo aberrado que poco a poco la destruyo, pensaba que quizá era su culpa, pues papá siempre se lo decía; lloraba sola, como siempre estuvo, pues mamá no tenia tiempo de observarla, ni siquiera sabia que ocurría mientras no estaba en casa; a veces, quería desaparecer, pero lo único que siempre desaparecía era la sangre de las sabanas blancas y la piel rojiza que "las manos" le dejaban, pretendía olvidar pero en el olvido aparecía el dolor.
El tiempo paso, ya Mercedes no era una nena, pero sus recuerdos siempre la siguen a donde quiera que va, nadie puede entender que pasa cuando papá deja de ser "papá" y se convierte en el fantasma que te sigue hasta el final, tuvo miedo de enfrentar su verdad, le tuvo miedo a "papá", y al final huyo, como lo hacen las almas desorientadas.
Miles de historias como éstas se repiten a diario, pero casi nunca son reveladas por temor, el mundo se hace ciego, sordo y mudo mientras una criatura llora de dolor tras las cuatro paredes de la habitación del olvido...
 
2 comentarios:
Ayy Caro, buehh ya sabes lo que te dije al respecto es uno de tus mejores escritos, si no el mejor a mi criterio... Diox, que vaina es así, que desgarrador chama.
Bienvenido de nuevo mi estimado y odiado Leo...
Otro de los pocos post que he escrito con lagrimas en mis mejillas... Gracias por tu comentario y por considerarlo uno de los mejores post, a mi aun me lastima leerlo...
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