Lagrimas brotaron desde la azotea, empañaron los espejos de los ventanales mientras se deslizaban por el vidrio frió hasta caer de bruces en la grama... Mercedes empezó a quedar desnuda y poco a poco la luz de sus ojos se apago... Una melodía irrumpió abruptamente en la impenetrable oscuridad de sus pesadillas, miles de manos la sujetaban mientras cientos de ellas acorralaron su castidad y la despojaron de su tesoro... Mercedes se esforzaba por salir ilesa del brutal ataque, quería huir pero sus esfuerzos fueron aniquilados por golpe que aun retumba en su cabeza. El viento azotaba su piel desnuda, el frió le erizaba los sentidos mientras las malditas manos saciaban sus deseos.
El tiempo se hace eterno cuando el dolor y la impotencia se apoderan del pensamiento. Poco a poco la calma se adueño del momento y Mercedes recupero sus fuerzas, ya ha pasado mucho tiempo, las heridas físicas se han ido pero el dolor y la desesperación aun no desaparecen...
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